El termómetro de la construcción en regiones: gremios analizan actividad, riesgos y proyecciones


En el último año el sector de la construcción ha registrado alzas importantes en los precios de las viviendas. Sin ir más lejos, el “boom” de la actividad abrió una discusión sobre una posible burbuja en el mercado inmobiliario, que se vio contenida por la desaceleración económica del país.

Ahora, los cambios impositivos vinculados al sector que se incluyeron en el proyecto de reforma tributaria también alertaron sobre eventuales efectos en el desempeño del rubro. Incluso, la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) elaboró un informe donde calculó los diferentes impactos, entre los que se concluyó que 1,8 millón de familias con ingresos totales entre $ 568.618 y $ 1.855.276 estarían afectadas por el alza de precios en viviendas con un valor superior a las 
1.250 UF.

Con tantos factores externos, cada región enfrenta además situaciones coyunturales distintas, razón por la cual Diario Financiero se contactó con todas las sedes zonales de la CChC para conocer su visión sobre la actividad local, los riesgos que enfrenta y sus proyecciones. La mayoría concuerdan en que se aprecia una baja en la actividad y una ralentización en las ventas inmobiliarias.

En la zona central, la región de Valparaíso se ha visto golpeada por la escasez de terrenos para edificación tanto en vivienda privada como pública. Jorge Dahdal, presidente de la CChC de la región, se muestra preocupado, como el resto de sedes regionales, por los cambios que implementará la administración Bachelet y, en especial, por la restricción del crédito especial de IVA para empresas constructoras, que hoy tiene un tope de 225 UF.

“Lo peor es que esto será una medida que golpeará muy fuerte a la clase media, donde se radica el déficit habitacional de nuestra región”, agrega, previendo que la inversión del sector en Valparaíso sea menor este año al 4% anual estimado a nivel nacional.

Por su parte, en la región del Libertador Bernardo O’Higgins la actividad parece mostrarse con mayor dinamismo. Así lo defiende Patricio Donoso, presidente de la institución gremial en Rancagua, para quien 2014 inició con perspectivas optimistas pese a que se observaron bajas en el consumo de cemento y hormigón. Para reactivar el sector, advierte de la necesidad de que se concreten los subsidios en viviendas, porque de no ejecutarse podrían provocar un descenso hacia el segundo semestre.


Menor inversión pública en el sur

En la zona meridional, la mayoría de los reclamos advierten un déficit en vivienda social, la escasez en mano de obra especializada, la rigidez de la banca para las empresas constructoras y la baja inversión de recursos frescos por parte del Estado.

Luis Tuschner, presidente de CChC Osorno, asegura que de no lograr soluciones en el corto plazo en relación al déficit de este tipo de inmuebles, se podría desembocar en una crisis en la región de Los Lagos.

Con una opinión similar, Rino Caiozzi, presidente en la sede en Puerto Montt, anticipa bajas en la actividad. En tanto, en Bío-Bío se contemplan riesgos adicionales, como el restraso de proyectos o el aza del costo del suelo. Para Pedro Arriagada, presidente en Aysén, la construcción habría descendido en esta región en un 50% con respecto al año anterior, un cambio que se vendría observando desde el segundo semestre de 2013 a través de la falta de flujo de las constructoras para cancelar sus créditos bancarios, entre otros factores.


La necesidad de cambios reguladores en el norte

En tanto, en la parte septentrional la situación da síntomas de una mejor salud. Así, en la región de Coquimbo, Freddy Bermúdez, presidente del ente en La Serena, se muestra optimista con que las cifras de crecimiento podrían bordear los dos dígitos en el sector habitacional durante el año.

Sin embargo, hay otros flancos que deberían contemplarse para continuar en esta senda de crecimiento, como en Iquique, donde el gremio asegura que la falta de cambios en el plano regulador de la ciudad podría suponer un riesgo sustancial.Mientras, en Arica la actividad acusaría la falta de oferta en proyectos del Serviu por la escasa rentabilidad de los proyectos, en una región en la que las viviendas particulares han sido el sustento de la construcción.